Tres jóvenes, bajo diversas crisis personales y unidos por su condición homosexual, se van de la ciudad, dispuestos a pasar el verano en un caserón de la cornisa cantábrica. Pero la esperanza de que, con el cambio de medio, todo pueda ser diferente se va diluyendo con la llegada de la lluvia, con la imperceptible frustración que proporcionan los actos nimios y cotidianos. Al final del verano, ningún proyecto se ha llevado a cabo y los tres se aprestan a regresar, tras aquel paréntesis en Manderley, a la vida urbana.
La confesión, sincera y descaradamente, de la vida del pintor Ocaña y la reconstrucción de su mundo, sus provocaciones y sus experiencias. Ocaña, con alegría y de sus desafíos creativos de marginación: travestismo como provocación, religión y fetichismo, represión del machismo, desorden, homosexualidad ... La vida marginal que estaba oculta durante la dictadura de Franco se muestra abiertamente en el contexto de un único artista. Una película legendaria y de culto.