En el 1998, David Sanes, un guardia de seguridad de la base militar de la Marina de los Estados Unidos en Vieques, murió a causa de un proyectil por parte de unas prácticas militares. Desde ese incidente, el pueblo de Vieques y Puerto Rico se unieron en una desobediencia civil en el área restringida de la Marina con el fin de que no se tire "ni una bomba más".