Álvaro, un hombre serio y adusto, dueño de un señorial pazo gallego, lleva una vida monótona, dedicada al estudio y a la administración de sus bienes. Pero un día se enamora de su criada Marcela, a la que su madre, soltera y con mala fama, dejó abandonada en el pazo. Sólo la vieja que se hizo cargo de ella la trató con cariño; todos los demás creen que está maldita y le atribuyen toda serie de desgracias. A pesar de todo, Álvaro se casa con ella. Sin embargo, las malas lenguas no dejan de calumniarla, haciendo que el matrimonio sea tan infeliz que también Álvaro empieza a sospechar de ella.