Self
En su época de mayor esplendor, el cantaor Miguel «Bambino» Vargas Jiménez (1940-99) fue la última frontera del flamenco, inmenso género musical que desarrolló y acercó al gran público: un artista de artistas, el ídolo de los bares de carretera, cuyo estilo inimitable, magnetismo escénico y personalidad desgarradora hicieron de su figura un mito, un rey sin reino, un gigante de la música popular del siglo XX.
Es una historia de encuentros: del rock con el flamenco, de Camarón con Veneno y Pata Negra, y de unos personajes que, incomprendidos en su tiempo, tomaron conciencia de que estaban cambiando la música popular del último cuarto de siglo.