Jose Luis, becario de la facultad de medicina, tiene que sacar el curso y doctorarse el próximo junio. Su padre, con escasos recursos económicos, es ordenanza en el museo de Ciencias y está a punto de jubilarse. Junto con sus compañeros canta en la tuna y lo hace muy bien. En una de las serenatas a una muchacha, un empresario le oye y decide contratarle.
Año 1860. Rosa María, hija de un acaudalado hacendado cubano, está estudiando en un colegio de monjas en Cádiz y solicita regresar a Cuba después de estar varios años en España. Pero resulta que la situación económica de su padre es desastrosa y por esta razón intenta retrasar el regreso de su hija, ocultándoselo. Rosa María no entiende nada y ante la negativa de su padre se fuga del colegio, embarcando de polizón en un navío rumbo a su patria.