Antes del que el Real Madrid ganase su primera Copa de Europa, un niño que se llamaba Lorenzo Sanz vendía agua en el estadio Santiago Bernabéu. En 1998, como presidente, logró que el Real Madrid ganase la Champions League. Fue la séptima vez en la historia en la que el club blanco lograba el máximo título continental y habían pasado 32 años desde la última ocasión. Después, llegaron la Intercontinental y la Octava. Es la historia de un sueño cumplido, la de un hombre hecho a sí mismo que lleva a lo más alto al club de sus sueños. En su mandato cambió un club que no pasaba por su mejor momento y lo llevó a ganar títulos internaciones gracias a fichajes estelares. En su camino al éxito tuvo que defenderse de acusaciones de apropiación de dinero del club, gestionar complicadas relaciones con el FC Barcelona e incluso disputar unas ásperas elecciones con Florentino Pérez.