Un suicida hace estallar su chaleco de explosivos en el casino Eclipse, propiedad de la exagente Catherine Willows. El equipo forense de Las Vegas investigará lo sucedido y D.B. Russell encarga a Sara Sidle la supervisión de la investigación local para aumentar sus posibilidades de ser la próxima directora del laboratorio de criminalista.
Edward es un joven adicto a las apuestas que se ve involucrado en serios problemas como consecuencia de sus deudas. En un intento de ayudarle, su tío le busca un trabajo como corredor de apuestas para un mafioso y Edward acepta, creyendo que el trabajo será la solución a sus problemas.