En 1860, en el Oeste, Henry Moon, un forajido de medio pelo, se salva de la horca gracias a una encantadora joven que acepta casarse y hacerse cargo de él. Julia Tate, una educada pero obstinada muchacha del Sur, se casa con Moon para que le ayude a trabajar en una mina de oro que, según ella, se encuentra en su tierras.
Un pornógrafo persuade a una modelo y, mediante un truco, fuerza su suicidio frente a cámaras. El novio de la chica investiga y descubre los hechos, iniciando una amarga venganza.