Jota
Dos jóvenes “quinquis” salen cada día despreocupadamente a la calle para buscarse la vida con lo que les salga. Pero además de sus cotidianos robos y trapicheos, algo les revuelve en su interior. Cada uno desea lo que no tiene. Simón quiere ser libre. Está harto de vivir rodeado de su gran familia de feriantes, incluyendo a su mujer y a su hijo. Jota no quiere seguir estando solo y lo único que desea es hacer su nido y tener su propia familia, por encima de lo que sea. Mientras tanto, cada día que se juntan, se sienten unos “Robin Hood” y piensan que no tienen nada que perder. Son chavales de la vida real, cuya vida apenas difiere de la ficción, tan solo son ellos mismos moviéndose entre los arrabales y el campo, en las afueras de una pequeña ciudad.
Jota
Tres adolescentes con padres ausentes cruzan sus vidas en el Tormes de Salamanca. Uno de ellos vive en un internado, otro acaba de perder a su padre, y uno más malvive en una caseta junto al río. Sin adultos en sus vidas, sin rumbo, están dejando de ser niños pero todavía no son mayores ni dueños de sus vidas.
Francis
Ana es una anciana que acaba de quedarse viuda. Como muchas personas de su edad y educación, tendrá que encontrar una razón que dé sentido a su vida. Cuando su hijo Antonio le pide que cuide de su nieto Ezequiel, Ana observa que el niño ha sufrido los errores de una educación autoritaria y decide ayudarle a cumplir su sueño de ser coreógrafo. Con su nieto, Ana inicia un viaje quimérico que la lleva a descubrir a otras mujeres de su barrio que, como ella, tratan de vivir una nueva vida.