Lloyd Harting

Nacimiento : 1901-12-01, Little Falls - Minnesota - USA

Muerte : 1974-10-17

Historia

Born in Little Falls, MN on Dec. 1, 1901. Harting studied at the University of Minnesota as an engineering major and then transferred to the arts. His continued at the Minneapolis School of Fine Arts, AIC, and the Grand Central School of Art in NYC. Over the years he was an art director for Walt Disney Studios and was associated with Brown & Bigelow, manufacturers of calendars. The U.S. Air Force commissioned him on five occasions to paint scenes in the Far East. He is best known for his western compositions of cowboys and Indians, wintery Midwest farm scenes, and the California missions in both watercolor and oil. He died in Orange County, CA on Oct. 17, 1974. In: U.S. Air Force collection. -http://www.askart.com/artist/Lloyd_Harting/3359/Lloyd_Harting.aspx

Películas

Bambi
Bambi
Art Direction
Con los primeros rayos del sol iluminando la pradera, un nuevo príncipe ha nacido en el bosque. Tan pronto como Bambi aprende a dar sus primeros pasos, comienza a jugar con sus nuevos amigos, Tambor, el conejo juguetón, y Flor, la tímida y adorable mofeta. Pero la diversión de patinar sobre el lago helado, de mordisquear las florecillas y de juguetear entre los árboles del bosque será sólo el principio de un largo aprendizaje.
Los pegacarteles
Los pegacarteles
Layout
Donald y Goofy están pegando carteles en un granja, donde les ocurren las historias más disparatadas.
El remolcador de Mickey
El remolcador de Mickey
Layout
Mickey está realizando el mantenimiento rutinario de su remolcador (con la intervención de un pelícano) cuando recibe una llamada por radio de que hay un barco que se está hundiendo y necesita ayuda. Lamentablemente, la tripulación de Mickey está formada por Donald y Goofy, así que ponerse en marcha para ayudar no es fácil. Goofy tiene que luchar contra la puerta de una caldera para conseguir llenarla de carbón (y cuando lo consigue, la llena en exceso) y Donald se enreda en la maquinaria. Por no hablar de que nadie echa las campanas al vuelo, por lo que arrastran a medio muelle con ellos. La caldera sobrecargada no tarda en explotar.