The Kettles and their fifteen children are about to be evicted from their rundown rustic home when Pa wins the grand prize by coming up with a new tobacco slogan. Birdie Hicks is jealous of the family's new wealth, which includes a completely automated modern home, and accuses Pa of stealing the slogan. Reporter Kim Parker proves Birdie wrong and marries Tom Kettle.
John Payne is the no-good lowdown rat who tries to capitalize on postwar patriotism and grief. He finagles a war widow (Joan Caulfied) into giving up her savings for a nonexistent memorial. When Payne falls in love with the widow he has pangs of conscience, but he reckons without his con-artist boss (Dan Duryea), who tends to bolster his arguments with muscle and bullets.
Un célebre pianista en el ocaso de su carrera, recibe un día una carta de una joven desconocida, Lisa Berndle, que le revela el amor que ha sentido por él en secreto desde la infancia. En ella le recuerda los pocos encuentros que han tenido y le comunica que, de ellos, nació un hijo, que murió de tifus siendo muy niño. También le cuenta que se casó con un diplomático, sin esconderle que su corazón estaba en otro lugar y que esta carta la está escribiendo en su lecho de muerte. En ese momento el pianista comprende por qué, el día anterior, le ha retado a duelo un diplomático vienés.
Después de servir con una notable falta de distinción en la Segunda Guerra Mundial, el cabo Slicker Smith y el soldado Herbie Brown regresan a los Estados Unidos. Desconocido por su amargado sargento Collins, Slicker y Herbie se han traído a la pequeña huérfana de guerra Evie, ocultándola de las autoridades de inmigración. En sus esfuerzos por encontrar un hogar digno para Evie, nuestros héroes vuelven a los trabajos de antes de la guerra como vendedores ambulantes, para hacer después un desastroso intento de recolectar su dinero de los bonos de guerra. También luchan por salvar a Evie de la deportación, evitando por todos los medios al sargento Collins... Secuela de "Los reclutas" ("Buck Privates", 1941).
Maria Montez plays a Spanish dancer named Rita, who is determined to bring Nazi collaborator Colonel Jose Artiego (Preston Foster) to justice. Artiego is at presently working incognito, as military governor of the North African city of Tangier. Maria finds an unexpected ally in the form of Artiego's discarded mistress Dolores (Louise Allbritton).