Bruno Walter
Nora, una joven irlandesa y melómana, trabaja en el Carnegie Hall como chica de la limpieza. Está enamorada de Tony Salerno, un pianista dotado pero rebelde que se enfrenta con el director de orquesta por la diferente concepción que tiene de la interpretación de una pieza de Tchaikovski. Tras la muerte de Tony, la protagonista sigue trabajando en el Carnegie Hall, y se obsesiona con que su hijo, también llamado Tony, triunfe como concertista de piano. Nora lleva todas las noches al pequeño al Carnegie Hall, convirtiendo el edificio en la mejor escuela de música posible.