Kerry y Justin, dos adolescentes fanáticos de los videojuegos de terror, se cuelan en una funeraria con la intención de ver un cadáver real. Para su sorpresa, allí, además de encontrar a muertos, sorprenden a un vampiro merendando furiosamente uno de los cadáveres. Horrorizados, intentan huir del edificio pero sólo Justin logra escapar.
James Van Praagh (Ted Danson), un hombre con la capacidad de ver los espíritus de las personas muertas, se ve envuelto en una investigación de asesinato.
Nathan es un joven que vive con su madre drogadicta a la que tiene que ayudar prostituyendose para conseguir dinero. El día que su madre muere de sobredosis, huye de los servicios sociales en busca de su padre.