Buenos Aires, Argentina. Una lujosa furgoneta está aparcada en la acera. Un hombre entra con el propósito de robar lo que encuentre, pero cuando quiere salir, no puede. Las puertas no se abren, el panel de control no responde: la furgoneta se ha convertido en una caja blindada y él está atrapado como un ratón.
Diego y Sofía están pasando por un tramo duro de su relación. Se toman un descanso para tratar de reconectar con el amor que se tienen, pero una vieja amiga de Sofía se les pega de repente en lo que resultará ser un viaje transformador para todos. Como en los mejores momentos de Woody Allen, Entonces nosotros logra un balance innegable de comedia alocada y momentos de profundidad emocional.
Luca Morandi, conocido por ser un ladrón no violento, no tiene eleccion que hacer un trabajo para la policía: abrir la bóveda de la sede en el banco del Norte en Barcelona.
En medio de la nada, al borde de una carretera secundaria, una vieja y pequeña gasolinera interrumpe abruptamente el árido paisaje rural. José, el dueño (José Ángel Egido), es un hombre maduro que vive marcado por la trágica muerte de su esposa.
Dos hombres, cada uno con graves problemas con su pareja, coinciden la nochebuena en un restaurante chino. Allí pactan un plan; uno para vengarse de su amante, el otro para recuperar unos diamantes que están en poder de su ex-mujer. La complicidad de los dos hombres se va haciendo añicos, y el resultado del plan está muy lejos de ser el que trazaron.