Stand-In
Georgia, 1971. Buddy Hillyer regresa a la vieja mansión familiar. Huérfano de madre, va a visitar a su padre. Numerosos recuerdos del pasado se agolpan en su cabeza, sobre todo la turbadora aparición de la joven y desinhibida Rose (Laura Dern), una tarde de agosto de 1935. Buddy (Lukas Haas) tenía trece años y ella diecinueve. Llegó a la casa, sexy y coqueta, contratada por sus padres para ayudar en las tareas domésticas. Fue el primer amor de Buddy, pero provocó problemas en la familia por el descontrol absoluto de sus impulsos sexuales.