Ethan
Ned (Liev Schreiber) está en medio de una crisis de la mediana edad. Su trabajo como escritor en un escandaloso programa de televisión semi-pornográfico es menos que satisfactorio. Su hijo de quince años le acaba de decir que es gay y su hijo de once años le tiene miedo, bueno, casi . Cuando su esposa, Jeannie (Helen Hunt), traslada a su padre enfermo y amargado (Brian Dennehy) de Detroit a su hogar en Nueva York, le agrega más estrés a un matrimonio ya tenso. Y cuando una sexy compañera de trabajo (Carla Gugino) le tira los trastos a Ned, la tentación lo envía en espiral. Cada día se trata de la lucha de una familia por sobrevivir a las inesperadas bolas curvas que son simplemente parte de la vida real; el envejecimiento y la muerte; compromiso y libertad; amor y aceptación. Es una mirada intransigente a una familia común que realiza un viaje extraordinario hacia ellos mismos y hacia los demás.
Michael Roberts
Nueva York, 1968. Frank Lucas es el taciturno chófer de un importante mafioso negro de Harlem. Cuando su jefe muere inesperadamente, Frank aprovecha la oportunidad para construir su propio imperio. Gracias a su talento, se convierte no sólo en el principal narcotraficante de la ciudad, inundando las calles con productos de mejor calidad y precio, sino también en un hombre público muy respetado. Richie Roberts, un policía incorruptible marginado por su honradez que conoce bien las calles, se da cuenta de que una persona ajena a los clanes trepa por la escalera del poder. Tanto Roberts como Lucas comparten un estricto código ético que les aparta de los demás y los convierte en dos figuras solitarias en lados opuestos de la ley. Cuando se encuentren, el enfrentamiento entre ellos será inevitable.