Nazif
Era el tercer embarazo de Senada Alimanovic, una gitana de 31 años que vivía en la pobreza junto a su esposo Nazfi Mujic y sus dos hijas, en un pueblo apartado y alejado de las comodidades de la ciudad de Sarajevo. Tras notar dolores extraños, la alarmada mujer acudió al centro sanitario local. Rápidamente se le diagnosticó que el feto había fallecido y que los restos debían ser retirados o supondrían un gran peligro para la madre. En un viaje sumido por la tristeza, el dolor y la desesperación, el matrimonio se trasladó a la ciudad de Tuzla esperando ser atendido adecuadamente en el hospital. Su angustia no haría más que empezar cuando, tras cruzar las puertas del centro, los responsables se negaron a realizar la operación dado que no tenía seguro y no podía costear los gastos. Afligidos y sin fuerzas, el destino de la familia dependerá del la conciencia humana y la caridad de completos desconocidos.