Un noble y ermitaño líder sectario llamado Barón Korfacs se dedica a sacrificar adolescentes a su divinidad: el Minotauro. Como contrapeso hay un sacerdote que intentará vencerlo.
Christopher y Celia son una pareja que disfruta con el sufrimiento ajeno. Tanto, que deciden viajar a una isla en la que cometerán toda clase de fechorías.