1834. Tras asesinar a una Marquesa, un bandido huye con el botín, sin saber que ha sido visto por la hija de la víctima. A causa de la conmoción la niña entra en shock y pierde la vista. Un hombre inocente es juzgado y condenado a muerte por el crimen. Después de la ejecución, su hijo viaja a Londres a terminar sus estudios de medicina; cuando regresa, diez años después, la niña es ya toda una mujer y él, perdidamente enamorado, intenta devolverle la vista.