Propmaker
El FBI tiene un programa de entrenamiento para los agentes de la unidad de perfiles psicológicos (Mindhunters) para enseñarles a seguir la pista a los asesinos en serie. Un grupo de agentes está a punto de terminar el duro curso de instrucción. Sólo les queda una última prueba: pasar un fin de semana en una isla remota resolviendo un crimen ficticio, pero lo que ninguno sabe es que entre ellos hay un asesino en serie, entrenado en las técnicas más modernas de asesinato y acostumbrado a pensar a mayor velocidad que ellos. Lentamente, metódicamente, el asesino los va eliminando uno a uno. A medida que se producen los crímenes, los agentes empiezan a desconfiar los unos de los otros, de manera que todos están bajo sospecha y en peligro mortal.