Charly tiene 23 años y es el encargado de una remota hostería en la selva del Iguazú. Su vida es aburrida y monótona hasta que recibe como huéspedes a Karla y a Ricky, una pareja que llega con un muerto y cien mil dólares en el baúl del auto.
Cuenta la vida de cuatro vecinos que se encuentran en una profunda soledad y luchan por dar cauce a sus sueños -a veces, a sus necesidades más básicas- en un entorno erosionado por la crisis económica, social, religiosa y moral.