Markéta
Sátira política y social checoslovaca surrealista que utiliza como trasfondo el viaje de Lemuel Gulliver a los países de Balnibari y Laputa, con una atmósfera que es en parte Kafka y en parte Carroll.
Lemuel Gulliver (Lubomír Kostelka) ha tenido un accidente automovilístico y continúa su viaje a pie por el campo desconocido. En el camino encuentra un conejo muerto vestido de hombre y saca un reloj del bolsillo del pecho de su chaleco. La casa medio en ruinas en la que entra le recuerda a Lemuel su infancia y le trae un recuerdo doloroso de una niña muy querida, Markéta, que se ahogó hace años. Gulliver se encuentra en Balnibarbi, un país donde no entiende las leyes y los hábitos y por lo tanto continuamente ofende la decencia pública. Es un día en el que se ordena a las personas que mantengan la boca cerrada y obligan a su visitante a hacer lo mismo. Se enfrenta a un duro interrogatorio y le resulta difícil explicar que él no es el conejo Oscar cuyo reloj se ha encontrado en su poder.