Érica, la hija de la novia de Paul Kersey, muere de una sobredosis de crack. El justiciero Kersey decide tomarse la justicia por su mano para acabar con el tráfico de drogas en la ciudad.
Jack Murphy es un detective que se ve incriminado en el asesinato de su mujer y su amante, pero el autor del crimen es un psicópata, al que él encerró diez años antes. Acaba de salir de la cárcel y quiere vengarse.