En 1996, el vocalista cubano Juan de Marcos González, el productor británico Nick Gold y el guitarrista estadounidense Ry Cooder se reunieron en La Habana para producir una colaboración entre Cuba y Malí. Cuando los malienses no pudieron obtener visas, el equipo volvió su atención a revivir a una generación olvidada de legendarios músicos cubanos y formó un conjunto en vivo: el Buena Vista Social Club. Dos decenios después de esa fatídica primera sesión, nos encontramos con estos músicos maestros, que reflexionan sobre el despliegue mágico de sus vidas, desde los humildes orígenes hasta la evolución y el sorprendente revivir de sus carreras, todo ello en el contexto de la dramática historia de Cuba. Repleto de conciertos, ensayos y metrajes de archivo, esta película es una emotiva y brillante celebración del poder de la música para trascender la edad, las ideologías y la clase, y conectarnos entre nosotros a través de nuestras almas.
Cuando, en 1996, Ry Cooder viajó a Cuba para grabar un álbum con Ibrahim Ferrer y los músicos que habían colaborado en el disco Buena Vista Social Club (en Cuba conocidos como los superabuelos), Wenders lo siguió: observó a los músicos en el estudio y rastreó sus vidas en La Habana. Después rodó en Ámsterdam, donde la banda ofreció dos conciertos y, finalmente, en Nueva York, durante un espectáculo en el legendario Carnegie Hall.
Cuando, en 1996, Ry Cooder viajó a Cuba para grabar un álbum con Ibrahim Ferrer y los músicos que habían colaborado en el disco Buena Vista Social Club (en Cuba conocidos como los superabuelos), Wenders lo siguió: observó a los músicos en el estudio y rastreó sus vidas en La Habana. Después rodó en Ámsterdam, donde la banda ofreció dos conciertos y, finalmente, en Nueva York, durante un espectáculo en el legendario Carnegie Hall.