Pablo Vázquez

Lucía consigue trabajo como presentadora en un programa nocturno de esos de preguntas chorras. Su primera noche tiene toda la pinta de ser también la última.

Romeo y Desi se quieren… a su manera… La última obra del irreverente Norberto Ramos es una comedia negra sobre el maltrato, completamente excesiva como cualquier buen giallo, confitada con los extraños y tétricos sonidos de los sintetizadores más estrafalarios y desquiciados. Una suerte de Vangelis de resaca tras haberse ido de fiesta con Edgar Froese y John Carpenter a la casa de Georgio Moroder.

Reconfortante como un buen vaso de estricnina; reparador como un caldo con cristales molidos; tonificante como una bocanada de antrax: así es el amor tóxico que nace en esta comedia romántica disfuncional y marciana. Toni, que dice no entender a las mujeres, e Irene, una chica “especial” (por llamarlo de alguna forma) quedan por internet. Una cita que deriva en conversación bizantina sobre amor, sexo (y sexos), batalla dialéctica en la que el desconcierto acecha tras cada esquina.

La gran odisea sobrenatural de un chaval que cree tener poderes paranormales y su novia, aspirante a blogger de moda haciendo cupcakes. Cuando ambos se mudan a su nuevo piso una presencia no prevista puede llegar a cambiar sus vidas.

Lucía and Hugo are siblings. They are in love and are about to end all of Spanish cinema in a night.

¿Qué hacer cuando tu carrera no acaba de "despegar"... y de paso no te comes un colín? Pepón no lo tiene claro y pide consejo a Pablo. El problema es que sólo hay una cosa peor que las mujeres: los amigos.

Vicky y Sonia son dos jóvenes parapsicólogas encargadas de investigar el secreto de un chalet de lujo donde murieron varias personas. En su primera noche allí se darán cuenta de que las cosas no son como imaginaban… son incluso mejores. Norberto Ramos del Val, director de culto en la serie B nacional, se enfrenta aquí a su cuarto largometraje con un espíritu de lo más pop y unas tremendas ganas de llevar su particular visión del cine de nuevo a la pantalla. Un rodaje con equipo reducido, en una sola localización y a una velocidad imposible para simples mortales. Una postproducción bien apañada metiendo horas en un viejo imac. El resultado es una locura de película que se puede disfrutar a varios y muy diferentes niveles. Chicas en bikini entre la comedia más surrealista y el cine de autor más desenfadado, pasando naturalmente por el fantástico dislocado.