La actividad literaria de Emilia Pardo Bazán provoca el escándalo de su marido y de los círculos conservadores. Apoyada por su familia, decide poner fin a su matrimonio para convertirse en escritora profesional. Doña Emilia se establece en Madrid, donde desarrolla una actividad incansable para obtener el lugar en las instituciones de la cultura que merece por su talento y capacidad, encarando toda la clase de menosprecios y exclusiones debido a su condición de mujer. La condesa se convertirá en una de las figuras clave de la emancipación femenina en la España del fin del siglo XIX, dejando una obra tan extensa como rica y variada.