Nelson Crowe es un agente de la CIA caído en desgracia después de que varios de sus comportamientos irregulares hayan salido a la luz. Crowe es entonces chantajeado por la compañía para que se infiltre en la empresa Grimes de seguridad privada, dedicada al espionaje industrial y a otras operaciones turbias. Crowe, junto a Margaret Wells, otra antigua agente, chantajean y sobornan a un juez de la Corte Suprema del estado. Pero uno de los ayudantes de Crowe descubre su doble juego y le amenaza con revelárselo todo a Grimes.
Jane (Shanna Reed) está siendo atormentada por su ex marido Bonner (Terry O’Quinn), un detective que está exasperado por haber perdido la custodia compartida del hijo de ambos, Eric de ocho años. Mientras tramitan el divorcio, el acoso de Bonner se agudiza tanto que Jane y su nueva pareja Patrick (Pierce Brosnan) deciden dejar la ciudad para irse a California a comenzar una nueva vida, llevándose a Eric. Más enfurecido aún, Bonner los persigue.
