En un futuro próximo, Frank Grieves es un nuevo tipo de agente de policía que trabaja en una ciudad donde todas las drogas recreativas son legales. Cuando se retira un caso relacionado con un cadáver no identificado, descubre que la legalización ha tenido un precio.
En el corazón de Londres, la pequeña Nell Trent (Sophie Vavasseur), huérfana de padres, vive con su adorado abuelo (Sir Derek Jacobi) en la tienda de antigüedades que éste tiene a su nombre. Allí, tesoros recubiertos de polvo cubren las paredes y las estanterías que adornan el lugar. Un día, Quilp (Toby Jones), un malhechor usurero, golpea la puerta de la tienda, inquiriendo malhumorado la parte del dinero que el abuelo de Nell le debe. El abuelo es un jugador compulsivo que, con el tiempo, se ha endeudado de tal manera que Quilp quiere apoderarse de la tienda de antigüedades. Sin saber muy bien qué hacer, la joven Nell y su abuelo tratan de huir de la ciudad, no encontrando nunca una clara escapatoria, ya que Quilp sigue fácilmente la pista a estos dos escapistas.