Un niño, que padece amnesia y sólo recuerda que se llama Daryl, aparece abandonado en una localidad de Virginia, donde un joven matrimonio decide acogerlo hasta que sus padres vayan a buscarlo. El joven prodigio demuestra poseer unas cualidades fuera de lo común.
Maurice Castle (Nicol Williamson) es un mediocre empleado del servicio de inteligencia británico que trabaja recopilando rutinaria información de los países de África. En la época del Appartheid estuvo destinado en Sudáfrica y se casó con una nativa. Castle observa impotente cómo un compañero y amigo suyo es implicado erronéamente en un caso de contraespionaje.
Una carta que hace sospechar que una joven desaparecida ha sido asesinada lleva al sargento Howie de Scotland Yard hasta Summerisle, una isla en la costa de Inglaterra. Allí el inspector se entera de que hay una especie de culto pagano, y conoce a Lord Summerisle, el líder religioso de la isla.