Después de dominar el mundo del boxeo, Adonis Creed ha prosperado tanto en su carrera como en su vida familiar. Cuando un amigo de la infancia y ex prodigio de boxeo, Damien Anderson, resurge después de cumplir una larga sentencia en prisión, está ansioso por demostrar que merece su disparo en el ring. El enfrentamiento entre los antiguos amigos es más que una pelea. Para resolver el puntaje, Adonis debe poner su futuro en la línea para luchar contra Damien, un luchador que no tiene nada que perder.
Adonis Creed se debate entre las obligaciones personales y el entrenamiento para su próxima gran pelea, con el desafío de su vida por delante. Enfrentarse a un oponente que tiene vínculos con el pasado de su familia solo intensifica su inminente batalla en el ring. Afortunadamente Rocky Balboa está a su lado a lo largo de todo el camino, y juntos se cuestionarán por lo que vale la pena luchar y descubrirán que nada es más importante que la familia...
Adonis Johnson no llegó a conocer a su padre, el campeón del mundo de los pesos pesados Apollo Creed, que falleció antes de que él naciera. Sin embargo, nadie puede negar que lleva el boxeo en la sangre, por lo que pone rumbo a Filadelfia, el lugar en el que se celebró el legendario combate entre su padre y Rocky Balboa. Una vez allí, Adonis busca a Rocky y le pide que sea su entrenador. A pesar de que este insiste en que ya ha dejado ese mundo para siempre, Rocky ve en Adonis la fuerza y determinación que tenía su enconado rival, y que terminó por convertirse en su mejor amigo. Finalmente, acepta entrenarle a pesar de estar librando su propio combate contra un rival más letal que cualquiera a los que se enfrentó en el cuadrilátero.
Corre el año 2005 y el campeón Mason Dixon no encuentra un rival a su altura en un boxeo devaluado. Han pasado 30 años desde que Rocky Balboa (Sylvester Stallone), un hombre sin futuro, tuvo un golpe de suerte que le brindó la oportunidad de boxear y llegar a enfrentarse en el cuadrilátero contra el campeón de entonces, Apollo Creed. El coraje y perseverancia de Rocky, tanto en la vida como en el cuadrilátero, brindó esperanza a millones de personas. Ahora, la gloria del que fue bicampeón del mundo ya se ha ido, y Rocky se pasa las tardes contando viejas historias a los clientes de su restaurante Adrian's, que lleva el nombre de su ya fallecida esposa, por quien guarda un silencioso luto. Su hijo (Milo Ventimiglia) no desea pasar tiempo con él; se encuentra demasiado ocupado tratando de vivir su propia vida. El tiempo y los golpes han hecho más humilde a Rocky y en su corazón, él todavía es un luchador...