Violonchelista
Johann Sebastian Bach (1685-1750), el gran músico del barroco alemán, se traslada a Leipzig con su familia para desempeñar la función de Cantor en la Escuela de Santo Tomás. Bach, un ferviente devoto y un incansable trabajador, es además modesto y su posición social dista mucho de ser privilegiada. El reconocimiento a su música aún no se ha producido, el talento que imprimirá a sus composiciones irá creciendo con el paso de los años. La grandeza se la otorgarán definitivamente los siglos venideros. Alrededor de este argumento, casi anecdótico, la historia se abre hacia un profundo entramado donde están presentes el arte, la historia y, sobre todo, el trabajo y disciplina que supone la creación musical así como los oficios y pequeñas labores que la rodean.
Narra la historia de un post adolescente que acaba de culminar sus estudios e inicia un extenso verano que resultará un paréntesis vital antes de dar paso a su vida adulta, un futuro que, como a muchos, lo condena a formar las filas del mileurismo (jóvenes europeos cuyos ingresos no suelen superar los 1.000 euros al mes).