Maricela
A lo largo de más de treinta años, un departamento de la Condesa en la Ciudad de México, es el escenario en el que se llevan a cabo diez historias, mezcladas, forman una cuya única constante es la ruptura. El paso del tiempo y el mundo exterior solo adivinan a través de las ventanas y objetos que acompañan a los personajes. El decorado es una gran soledad, posible en una ciudad de ciegos.