Diana
Maria Callas, una de las cantantes de ópera más talentosas de su tiempo, parecía tenerlo todo. Viniendo de orígenes humildes, siempre se sintió desairada por la preferencia de su madre por su hermana. Ella creció en un ambiente infeliz, hasta que su carrera en el mundo operístico despegó. Aristóteles Onassis también vino de una familia griega pobre. Su ambición lo llevó a lugares donde otros no se atreven a ir y se convirtió en un magnate cuya gran riqueza compró su entrada en una sociedad internacional que nunca soñó con entrar. Estas dos personalidades poderosas eran tan parecidas que su propia pasión sirvió para destruirlas.