Marcos
Julieta y Marcos se reencuentran por casualidad en la Estación de Trenes de La Plata después de 8 años y, a partir de la imposibilidad de viajar a Capital por diferentes circunstancias, se ven obligados a hacer tiempo juntos hasta el próximo transporte que los lleve a destino. El recorrido por las calles y lugares de la ciudad los lleva a emprender un viaje hacia sus recuerdos y sentimientos, un viaje que quizás termine en la última estación.
Ricardo, que vive una relación homosexual con su pareja, adopta a Juan, un chico nacido en 1976. Si bien el niño se integra al nuevo hogar, Juan continúa padeciendo los miedos del pasado. Ricardo cree conveniente que su hijo conozca sus raíces e inicia la búsqueda de su identidad, descubriendo que la verdadera historia es diferente a la escrita en el legajo de Juan.