El último eslabón de una cadena de traficantes, dedicados a la evasión de capitales, se enfrenta a una gran cantidad de personajes que pertenecen al hampa del mundo financiero. Uno de ellos es Silverio Roca, al que le tendió una trampa el jefe de una banda de traficantes y la hija de su amante. Silverio Roca, después de estar fuera de circulación durante una temporada, vuelve y busca a Doroteo, su único amigo que además es un viejo encargado de sus billares.
Leandro, un albañil en paro, y Tocho, un chaval amigo suyo, intentan atracar un estanco del madrileño barrio de Vallecas, pero la señora Justa, la estanquera, se lo impide alertando a los vecinos. Ante los gritos y amenazas de éstos, no tienen más remedio que atrancar la puerta del local. Avisada por los vecinos, llega la policía que, tras desalojar la plaza, toma posiciones a la espera de los acontecimientos. En el interior del estanco, el enfrentamiento entre los dos amigos y sus "rehenes", la estanquera y su sobrina Ángeles, va relajándose, y una incipiente simpatía surge entre ellos.
A Justo, el cura, tras el escándalo de la primera parte, "El hijo del cura", es enviado a un pueblo montañoso y frío, nada que ver con el pueblecito costero de agradable clima donde ejercía anteriormente. Nota que la gente joven de su nueva parroquia no va a la iglesia, y al preguntar el motivo, le dicen que todos saben que tiene una hija con una feligresa de la parroquia anterior. Justo intenta deshacer el entuerto, con tan mala suerte que en su parroquia y bajo secreto de confesión le entregan un niño que complica más la situación, ya que él cree que es "su" hijo.
Madre Ahumada
Narra como dos torturadores fascistas son dirigidos por un misterioso personaje al que no se ve, el señor Galíndez. Son dos hombres distintos: uno lleva una apacible vida familiar, mientras que el otro es un solitario con inclinaciones sádicas. Los dos matones se movilizan en función de las órdenes de Galíndez, quien les dirige hacia sus víctimas, las cuales reciben un trato cruel e inhumano.
Los padres de Juana I de Castilla, los Reyes Isabel la Católica (Lola Flores) y Fernando el Católico (José Luis López Vázquez) sufren al ver que la heredera al trono, la princesa Isabel (Paloma Hurtado) se ha hecho republicana. Por ello, se esfuerzan por encontrarle un marido a Juana, pero ésta solo tiene ojos para un playboy guaperas dedicado al mundo de la canción que viene de Flandes: Felipe, el Hermoso (Jaime Morey). La película tiene constantes alusiones a la política y sociedad española de principios de los años 80.
El detective Pepe Carvalho debe esclarecer el asesinato del secretario general del Partido Comunista junto a Carmela, una militante de confianza.
Abuela
Pablo, "El Meca", "El Sebas" y Ángela son cuatro amigos del extrarradio madrileño, cuya falta de expectativas es suplida por el dinero fácil y las drogas. Para escapar del ambiente marginal en el que viven necesitan conseguir dinero, pero no están dispuestos a trabajar durante años para poder ahorrar. Ellos sólo piensan en conseguirlo rápidamente y en vivir deprisa.
Presidenta
En una pequeña ciudad costera se desencadena una curiosa guerra entre las "virtuosas" y las "prostitutas", eligiendo éstas a Carmelo (Ricardo Merino), dueño de la farmacia del lugar, para que medie, a lo cual él se niega por tener a su novia, virgen, en el otro bando. Una noche las prostitutas violan repetidas veces a Carmelo, el cual, ante tan tremenda experiencia cambia de forma de pensar.
La ciudad está horrorizada ante la aparición de varios cadéveres de mujeres que han sido violadas salvajemente. Las sospechas de tan horribles crímenes apuntan a un psicópata que escoge a sus víctimas entre jóvenes hermosas.
Una novicia, que se ve obligada a salir del convento tras ser éste saqueado por los anarquistas, vivirá un tiempo escondida en un prostíbulo. Allí conocerá a un hombre que le hará replantearse sus convicciones y modo de vida.
En la Roma del siglo XVI, Rampín, un pícaro simpático y desvergonzado, explota sus artes de engaño. Vive con su tía, la Napolitana, alcahueta dedicada a los mismos oficios que su sobrino. Con la llegada de una bella andaluza, Lozana, les entra en casa la fortuna al hacer de ella la más linda cortesana de Roma. Lozana y Rampín llegan a un acuerdo: él estará a su servicio, llevándole a casa los amantes, y ella le tendrá como un rey y le dará lo mejor, lo que nunca tendrán los demás. Pero un buen día, Don Sancho, un apuesto español, se enamora de ella.