Rebecca no cree en las relaciones de pareja. El día que su amigo, Johann, se casa y destierra la Rebecca a la mesa de los solteros, tienen una discusión y ella marcha de la boda a medio convite.
El comisario Dupin, destinado en la Bretaña francesa, ha conseguido convencer a su exnovia Claire para que deje París unos días y venga a visitarle. Tiene preparada una escapada romántica para reconquistarla, pero sus planes se tuercen cuando tres cadáveres llegan flotando hasta la playa. Dupin confía en que sea un caso fácil, un accidente de navegación debido al mal tiempo; pero las autopsias revelan que las tres víctimas han sido drogadas, así que se trata de un asesinato múltiple. Además, parece que todo el mundo en la isla puede tener motivos para matarles, así que la investigación se complica.