Yung
Zoe Adler (Robin Tunney) es una veinteañera hambrienta de amor que intenta desesperadamente huir de sí misma y de la realidad que la rodea. Para ello escucha con insistencia la emisora de radio KXCH Cherish, que alimenta sus fantasías románticas con melodías de las décadas de 1970 y 80. Pero un giro del destino la ayudará a descubrirse por completo y a comprobar que nadie mejor que ella puede poner en orden su vida. Tras el atropello accidental de un policía, Zoe es injustamente acusada del crimen, por lo que deberá permanecer dos años encerrada en su propio domicilio dentro de un sistema especial de vigilancia electrónica. Su única conexión con el mundo exterior será Daly (Tim Blake Nelson), el agente de custodia con el que descubrirá el nuevo significado del amor y de la autoestima, herramientas imprescindibles para salir adelante a pesar de todo, demostrar su inocencia y recuperar su vida en libertad.
Party Teen #2
Sidney Prescott, una adolescente de la pequeña comunidad de Woodsboro, se convierte en el objetivo de un misterioso asesino en serie. Una reportera de un canal de noticias, Gale Weathers, que cubrió el asesinato un año atrás de la madre de Sidney, cubre ahora estos asesinatos, además ha escrito un libro en el que defiende al supuesto asesino de Maureen, Cotton Weary, que va a ir a la cámara de gas, alegando que cayó en una trampa, lo que hace reavivar la polémica. Los crímenes dejan de ser aislados y continúan los asesinatos. Ahora Sidney, su novio y sus amigos están en peligro, ya que el asesino quiere revivir lo sucedido un año atrás con Maureen Prescott, pero esta vez con su hija.
Chinese Kid
La psicóloga Helen Hudson es especialista en asesinos en serie. Desentrañar las mentes de sus pacientes es un trabajo peligroso, tanto que uno de ellos está a punto de matarla. Ahora sufre de agorafobia y vive recluida en su apartamento con el temor de volver a escuchar la voz amenazante de un psicópata.