Jimena, sin trabajo ni recursos, cambia Buenos Aires por el frío patagónico de Río Grande, donde vive su medio hermano Mariano, quien realmente no está muy abierto a su llegada. Sin embargo, la recibe y le encuentra un empleo en una planta de ensamblaje de productos electrónicos que es el centro de su mezquino tráfico con Chile. En un contexto de despidos y cierres, Jimena tendrá que elegir entre una solución individual con su medio hermano o la lucha colectiva y unida de los trabajadores.
Mauro recorre la ciudad comprando cosas. Cualquier cosa, no importa qué. Porque Mauro es pasador. Y pasador es el nombre con el que se conoce en la calle al que cambia billetes falsos. Marcela y Luis viven juntos, ella está embarazada de algunas semanas. Luis y Mauro deciden instalar un pequeño taller de serigrafía para falsificar billetes artesanalmente. Mauro cambia los billetes grandes de noche en bares y discos. Se mueve discretamente, siempre solo; hasta que conoce a Paula.