Silvio
Durante una semana de verano, una serie de originales personajes coinciden en el parque de una gran ciudad. Leticia, la encargada del párking, mantiene una estrecha y fogosa relación con un anónimo interlocutor a través de su emisora de radio. Iñaki y Moisés, dos discípulos de la Iglesia de los Santos Lázaros Resucitados conocen a Amaia, una chica de dieciséis años de la que Moisés se enamora. Silvio es un irónico jubilado que se pasa las horas en el parque en compañía de sus libros infantiles, sus cigarrillos y una moderna bicicleta que su nuera le ha comprado para que haga ejercicio. Gallo se prepara concienzudamente para jugar una partida de damas contra el mejor jugador del mundo. Estos personajes y otros como Pako y Remi, que regentan el bar del parque, o Braulio, el barquillero, se verán implicados, sin saberlo, en el resultado de esa partida.
Begoña, camarera de un elegante club bilbaíno, consigue que el naviero don Javier Uriarte coloque a su padre, Patxi Barrenechea, como capitán del mercante Urkia. Begoña conoce a Esteban, jefe de una banda de ladrones de barcos que opera en la ría y que también viaja en el Urkia. El viaje resulta ser muy diferente a lo esperado, pues el barco transporta armas con destino a un país africano.