Hopeful Fighter
Hija de un entrenador, Jackie Kallen (Meg Ryan) se crió entre las cuerdas en un gimnasio del centro de Detroit, en compañía de su tío que también era boxeador. Jackie observaba maravillada los esfuerzos de muchos jóvenes para convertirse en campeones y soñaba con que algún día entraría a formar parte de ese deporte que llevaba en la sangre. Ahora, a los 36 años, Jackie se encuentra dispuesta a proseguir la tradición familiar. un veterano entrenador al que saca de su retiro, transforma a Luther, que pasa de ser un gamberro condenado a acabar en la cárcel a convertirse en un púgil bien entrenado. Y al mismo tiempo Jackie se convierte en uno de los managers femeninos de mayor éxito en la historia del boxeo.