Scenic Artist
Las reporteras del New York Times, Megan Twohey y Jodi Kantor, publicaron una de las historias más importantes de una generación: una historia que ayudó al lanzamiento del movimiento #MeToo y rompió décadas de silencio sobre el tema de las agresiones sexuales en Hollywood.
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De repente, la paz de un apacible pueblo se ve rota. Sara, una adolescente, despierta asustada cuando ve que se abre la puerta de su habitación, a través de la cual ve también entreabierta la de la habitación de sus padres. Los llama, pero nadie responde. Cuando sus ojos se acostumbran a la oscuridad, ve a sus padres amordazados y maniatados; antes de que pueda reaccionar, alguien la lanza contra la pared. Un misterioso desconocido le dice que tiene sesenta segundos para decidir a cuál de sus padres debe matar porque, si no se decide, los matará a los dos.
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Henry (Ryan Gosling), un joven mentalmente perturbado, le anuncia a Sam Forster, su psiquiatra (Ewan McGregor), que piensa suicidarse en un plazo de tres días, cosa que el psiquiatra intentará evitar. Por su parte, Henry se dedica a enturbiar la relación de Sam con su novia Lila (Naomi Watts), pintora y antigua paciente suya. Poco a poco, la sólida y arraigada racionalidad de Sam empieza a tambalearse. Sometido a situaciones cada vez más surrealistas, llega un momento en que ya no puede distinguir entre realidad y ficción, y su yo y el de Henry se confunden.
