Alan Banis

On an abnormally hot summer day in Oslo, a strange electric field surrounds the city as a collective migraine spreads across town and the newly deceased awake from death.

Anna es una joven que se pasó toda su infancia encerrada en el desván, bajo el cuidado de un misterioso hombre al que conocía como papá. Un día la sheriff del pueblo, Ellen Cooper, libera a Anna y la ayuda a comenzar una nueva vida acogiéndola en su casa, pero las pesadillas de la infancia sobre unos monstruos come-niños llamados "Wildlings" interrumpen la posibilidad de una vida normal de la pequeña Anna.

Un equipo cinematográfico británico recibe el encargo de hacer una película patriótica para levantar la moral de las tropas inglesas tras los bombardeos de la aviación nazi sobre Londres durante la Segunda Guerra Mundial. El problema surgirá cuando se desencadene una auténtica batalla de sexos.

Andersen es un carpintero al que le encanta la Navidad más que cualquier otra fiesta, y que se esfuerza por que sus tres hijos tengan las vacaciones navideñas perfectas. Cuando Andersen choca con el verdadero Santa Claus, ambos deciden intercambiarse sus papeles con él durante ese año. De esta manera, sus hijos vivirán una Navidad como ninguna otra.

Christine sufre las secuelas de un terrible accidente: sólo tiene recuerdos durante un día. Cada mañana tiene que aprender a recordar su vida junto a su marido Ben y a recuperar todos los momentos que su memoria elimina mientras duerme. Un día Christine se da cuenta de que algo en la imagen que va formando su vida no encaja en el rompecabezas.

Trata de los últimos días de la vida de Edgar Allan Poe. El escritor colabora en la búsqueda de un asesino cuyos crímenes se inspiran en sus obras. La muerte de Poe siempre ha estado envuelta en el misterio: fue encontrado en las calles de Baltimore, en un estado deplorable, vistiendo la ropa de otra persona, y repetía el nombre de Reynols, un explorador polar protagonista de sus novelas. Poco después, murió en el hospital sin llegar a explicar lo que le había sucedido. Sus últimas palabras fueron, ¡Que Dios ayude a mi pobre alma!