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Emily Rose deja el protegido ambiente de su hogar rural para ir a la universidad sin la menor sospecha de lo que le espera. Una noche, sola en su dormitorio, sufre la primera "alucinación" aterradora, así como una pérdida de conocimiento. Puesto que los ataques son cada vez más frecuentes e intensos, Emily, católica devota, decide someterse a un exorcismo dirigido por el cura de su parroquia, el padre Richard Moore. Al morir la joven durante el aterrador exorcismo, acusan al sacerdote de homicidio negligente. Erin Bruner, una sobresaliente abogada defensora, acepta de mala gana representar al Padre Moore a cambio de la seguridad de un contrato de sociedad con su bufete de abogados. A medida que el juicio avanza, el cinismo y ateísmo de Erin se tambalean debido a la fe inquebrantable del Padre Moore y a los hechos, espeluznantes e inexplicables, que rodean el caso...
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Garrotte es un loco asesino en serie y Jake Riley un veterano inspector de policía que investiga sus asesinatos. Aunque en su día fue un inocente idealista, Jake ha visto lo suficiente de la naturaleza humana como para convertirse en un consumado escéptico, aunque esconde su dolor y su desilusión bajo un exterior de hombre bregado. Jake ha ido siguiendo la pista de Garrotte sistemáticamente pero los cadáveres se van acumulando y el caso no progresa, a pesar de que el asesino le ha escogido como su confidente y persistentemente le llama cada vez que comete un crimen. Asqueado con todo lo que ocurre, Jake deja el departamento de policía justo cuando le piden formar parte de un proyecto secreto para eliminar a Garrotte. El nuevo ayudante de Jake en el caso es una "réplica", clonado con el propio ADN del asesino, y quizás le pueda llevar hasta su guarida.