Valerie Velez

Películas

En un barrio de Nueva York
Key Hair Stylist
Adaptación del musical de Broadway de Lin-Manuel Miranda en el que el propietario de una bodega sueña cada día con volver a su tierra de República Dominicana mientras todo el barrio se despierta con la noticia de un boleto de lotería premiado.
La apariencia de las cosas
Key Hair Stylist
Después de dejar atrás su vida en Manhattan y mudarse a un pueblo, una joven descubre que tanto su marido como su nuevo hogar ocultan siniestros secretos.
The Meyerowitz Stories (New and Selected)
Key Hair Stylist
Los tres hijos, ya adultos, de un arisco artista neoyorquino se enfrentan a la difícil relación que tienen con su padre y entre ellos. La familia tenía a sus miembros separados, pero se reúnen para un evento que celebra la obra artística de su padre. Allí surgirán conflictos familiares.
La entrega
Hairstylist
En Brooklyn, un solitario camarero rescata a un cachorro de un cubo de basura. Sus problemas empiezan cuando aparece el dueño del animal, un hombre con problemas mentales que, además, está involucrado en una conspiración criminal que se planea en el bar en el que trabaja el camarero.
Así nos va
Hair Department Head
Oren (Michael Douglas) es un agente inmobiliario al que no le importa nadie más que él mismo. Pero su vida dará un vuelco cuando su hijo, que se marchó de casa y del que hace años que no sabe nada, aparece con una nieta (Sterling Jenis), de la que ni siquiera sabía su existencia. Ahora, deberá aprender a cuidar a alguien más aparte de sí mismo gracias a la ayuda de su vecina Leah (Diane Keaton).
The Skeleton Twins
Hair Department Head
Después de eludir la muerte el mismo día, los distanciados gemelos Milo y Maggie se reúnen para encontrar una explicación razonable del negativo rumbo de sus vidas.
El lobo de Wall Street
Hairstylist
Película basada en hechos reales del corredor de bolsa neoyorquino Jordan Belfort. A mediados de los años 80, Belfort era un joven honrado que perseguía el sueño americano, pero pronto en la agencia de valores aprendió que lo más importante no era hacer ganar a sus clientes, sino ser ambicioso y ganar una buena comisión. Su enorme éxito y fortuna le valió el mote de "El lobo de Wall Street". Dinero. Poder. Mujeres. Drogas. Las tentaciones abundaban y el temor a la ley era irrelevante. Jordan y su manada de lobos consideraban que la discreción era una cualidad anticuada; nunca se conformaban con lo que tenían.