Gastón halla en el campo el cadáver de Gerardo, dueño del potro blanco Rayo de Plata, e impide que el animal sea asesinado por El Manco. Golpeado por Gastón, El Manco le dice que el potro, “embrujado”, le estropeó la mano que ha sustituido con un gancho.
Un hombre de negocios, casado con una mujer que quiere intervenir demasiado en los negocios del marido, en detrimento de la vida y paz conyugales, busca un pretexto de negocio para realizar un viaje a España. Allí conoce a una pintora de la que se enamora locamente y con la que vive tres semanas. Se separa con el propósito de arreglar sus cosas dejando su fortuna a la hija y abandonando el hogar, para volver con ella. De regreso a México, confiesa la verdad a su esposa, pero ya en el momento de partir decide regresar a su hogar, a su mujer e hija.