Esperanza Elipe

Jesús Quesada, un incompetente ejecutivo, es nombrado nuevo director de una empresa en decadencia cuya supervivencia dependerá a partir de ahora tanto del ingenio como de la ambición de sus antiguos compañeros.

Teresa (Carmen Machi) ve apagarse Fuentejuela de Arriba, la pequeña aldea de la montaña donde ha vivido toda su vida. Pero el pueblo recibe una visita inesperada: en medio de la nieve aparece un desubicado grupo de africanos… cuya llegada conmociona la aldea. Teresa lo tiene claro: huidos de una situación de explotación a la que habían llegado engañados, los africanos quieren quedarse en España como sea… y esa puede ser la solución al problema de falta de habitantes en el pueblo. Con ayuda de sus amigos Jaime (Pepón Nieto), y el “Guiri” (Jon Kortajarena) decide ocultarlos y armar un plan. Poniendo patas arriba prejuicios y expectativas, los recién llegados y los habitantes locales trabajarán juntos para que su hogar continúe existiendo.

La Trini, bailadora mundialmente conocida, abandona los tablaos sumida en una gran depresión tras la muerte de su esposo Gregorio. Por si fuera poco, su hijo Damián empieza a dar signos de demencia, poseído por un travieso diablo que le hace cometer las fechorías más divertidas y crueles. Al borde de una ataque de nervios, la Trini contacta con el Padre Lenin, cura vasco repudiado por la iglesia y que está atravesando una crisis de fe.

El caos de las últimas elecciones en el país hace saltar las alarmas en Europa. A través de un estudio psicológico, se decide que el próximo presidente sea la persona más popular en el juego de "La Granja", en Facebook. La vida de Ana da un giro de 180 grados. De parada de larga duración con dos carreras, madre y camarera ocasional, a presidenta del Gobierno.

El doctor Degrás, psiquiatra que trabaja en la policía, es un escéptico de las ciencias ocultas, no así su mujer, Luisa, apasionada por las artes mágicas, por el tarot, la ouija, etc. Una noche, durante una sesión de ouija, reciben un misterioso mensaje, va dirigido al psiquiatra y procede de un muerto llamado Ricardo. El mensaje es claro: "Pronto van a conocerse". Degrás ríe con claro escepticismo. Esa misma noche, pasadas unas horas y cuando el doctor Degrás duerme plácidamente, el teléfono le despierta, al otro lado de la línea un viejo amigo, el Capitán de la Guardia Civil Salanueva. Quiere que Degrás se levante y vaya a toda prisa al pueblo de Senillas, situado en medio de la sierra. Allí ha habido un terrible suceso: han asesinado a cinco personas, todos los habitantes del pueblo, y luego parece ser que el presunto asesino se ha suicidado.