Tres muchachos jóvenes se pasan las horas muertas frecuentando diferentes paisajes urbanos interactuando con personajes muy singulares: desde un joven susceptible al mundo de la droga, pasando por un padre de familia buscando trabajo y hasta un abuelo que se enamora, todos ellos desarrollan sus vidas paralelamente en las mismas calles. Son chicos de hábitos saludables a pesar de estar en una edad en la que podrían ser susceptibles al mundo de la droga. Ezequiel trabaja en la Ferretería del amigo de su padre, colabora con los gastos domésticos.