Aníbal y Aparicio han abandonado EL CASO y son ahora reporteros en un programa de TVE en el que son relegados a los temas más insustanciales. Pero su ambición es demostrar al mundo, y a la directora del programa, Irene, que los ovnis existen. Con mucho esfuerzo, logran avistar un platillo volante y consiguen grabarlo. De vuelta a la redacción, la película queda misteriosamente velada.
Miguelito Dávila (Alberto Amarilla) es un joven de espíritu inquieto al que una enfermedad renal ha llevado a pasar una temporada en el hospital. Allí ha conocido a un hombre culto que le ha abierto la posibilidad de imaginar una vida mejor a través de la poesía, de la aventura interior. Miguelito piensa que un día podrá dejar su trabajo en una pequeña ferretería y ser poeta. En el verano en el que transcurre nuestra historia encuentra a Luli (María Ruiz), su musa, y comienza un idilio con ella. Será el mismo verano en el que, junto a sus amigos, un grupo cerrado compuesto por Babirusa (Raúl Arévalo), Paco Frontón (Félix Gómez) y Moratalla (Mario Casas), emprenda una andadura que va a resultar crucial en sus vidas.
Tres estudiantes son enviados por sus familias a Cádiz en 1965, en su última oportunidad para aprobar y llegar a ser lo que se espera de ellos. La aparición de unas bailarinas trastoca sus compromisos: ellos pierden el curso y ellas, su trabajo. Pero juntos aprenden a decidir su futuro.