Julio Llamazares

Una larga y dolorosa lucha en contra de la anegación de nueve pueblos para la construcción de un embalse en el valle de Riaño, en la provincia de León. El documental rememora esos días en unos pueblos que hasta hoy siguen inundados por un agua que refleja sus picos.

Provincia de Lugo, Galicia, España. Un año en la vida de A Fonsagrada, una comarca rural cuyos habitantes viven a la vez cerca y lejos de la civilización urbana; un elogio de la distancia que atraviesa las cuatro estaciones del año, cuyo inevitable paso transforma tanto el entorno natural como la existencia de la gente, una existencia sencilla, digna y pacífica.

Provincia de Lugo, Galicia, España. Un año en la vida de A Fonsagrada, una comarca rural cuyos habitantes viven a la vez cerca y lejos de la civilización urbana; un elogio de la distancia que atraviesa las cuatro estaciones del año, cuyo inevitable paso transforma tanto el entorno natural como la existencia de la gente, una existencia sencilla, digna y pacífica.

Patricia, una dominicana, busca un hogar y una seguridad económica que su situación de inmigrante ilegal no le permite alcanzar en Madrid. Milady, una cubana de veinte años, sueña con recorrer el mundo. Marirrosi, una una bilbaína con casa y trabajo, vive en la más completa soledad, una soledad como la que comparten Alfonso, Damián y Carmelo, vecinos de Santa Eulalia, un pueblo sin mujeres casaderas ni futuro. Gracias a una fiesta organizada por los solteros del pueblo, unos y otras se conocen y comienza una agridulce historia de convivencias a veces imposibles.

Al término de la Guerra Civil Española (1936-1939), algunos combatientes republicanos continúan hostigando a los vencedores con operaciones guerrilleras. Una de las zonas de resistencia fueron las montañas de León. En la comarca de Riaño, media docena de maquis mantienen una lucha muy desigual contra la Guardia Civil.

Cuenta la leyenda del rey Bermudo de Leon, que mandó al joven Pelayo a distraer durante unos días al moro Almanzor para así poder escapar. El inteligente Pelayo lo entretuvo durante cinco días, pero cuando Almanzor se enteró de la treta, lo mató. Desde ese momento se convirtió en mártir y santo. Una vez al año cinco personas de tierras leonesas se reunen en una ermita para honrarle por lo que hizo, recitando cada una de ellas una historia; de esta manera San Pelayo les avisará de posibles desastres naturales. (FILMAFFINITY)