Marina
Roma, años 70. Clara y Felice acaban de mudarse a un piso nuevo. Su matrimonio está acabado: ya no se aman, pero son incapaces de separarse. Lo único que los mantiene unidos son sus hijos, en los que Clara vuelca su deseo de libertad. Adriana, la mayor, acaba de cumplir 12 años y presencia muy de cerca los estados de ánimo de Clara y las tensiones cada vez mayores entre sus padres. Adriana rechaza su nombre y su identidad, quiere convencer a todo el mundo de que es un chico, y su obstinación hace que el ya frágil equilibrio familiar alcance un punto de ruptura. Mientras los niños esperan una señal que los guíe, todo cambia a su alrededor y en su interior.
Ninetta
Luca, a diction teacher, saves the life of a student which is the offspring of the famous "Serranò" criminal family. Out of nowhere, members of the Serranò family burst into Luca's life to repay him without accepting a "no" as an answer.
Federica
Emma (Valeria Golino) se quedó ciega hace ya muchos años, aunque aún le queda el recuerdo de los colores que tienen las cosas. Se dedica a la osteopatía en Roma, siendo una de las más prestigiosas en su campo y una de las profesionales más reconocidas del país. De este modo, conoce a Teo (Adriano Gianinni) en una de sus consultas, un paciente que trabaja como publicista, con una espectacular carisma y que nunca ha estado en una relación de verdad, siempre ha estado yendo de cama en cama en relaciones pasajeras. Sin embargo, Teo forjará una conexión muy especial con Emma con la que, pese a ser totalmente distintos y vivir en mundos opuestos, tiene el reto de vivir la vida juntos y enamorados, aunque esto pasará de ser un desafío a una necesidad para ambos.
Director
An old bus drives through the streets of Rome. It's a long day. The bus fills up with people and stories. Then empties out. People get on. And get off. Faces, eyes. Expectations. A few encounters. Incidents. Slips. Ambiguities. Thefts. Rows. Confiding exchanges. Confessions. Projects. Plans. Lies. Slaps. Even one hijacking. A well-defined route can become a journey. Each encounter can become a future opportunity or can lay a former wound to rest. Every stop may produce the person who will change your life trajectory. Or not, and the bus carries on. At the next turn, someone else will get on and a fragment of his life will for a moment touch yours.